domingo, 7 de marzo de 2010

Te regalo un abrazo

A propósito del Día Internacional de la Familia y tomando como base la Campaña que una televisora de México, TV Azteca, viene por esta fecha promocionando sobre el papel de los abrazos, quisiera que me permitan compartir con ustedes unas reflexiones, ideas sueltas, pero que realmente creo que tienen un gran significado.

Los abrazos son una manifestación del contacto físico entre las personas y el factor más importante en la constitución del apego precisamente es este contacto físico interpersonal, ya que causa respuestas neuroquímicas en el cerebro que permiten que los sistemas cerebrales responsables del apego, se desarrollen normalmente y trasciendan al resto de la vida.

Cuando abrimos nuestros brazos, estamos abriendo nuestro corazón al otro y se altera nuestro estado físico y emocional y nos hace más receptivos al amor. De la misma manera esto es una respuesta recíproca en la persona abrazada.

Los abrazos constituyen la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos cuando no conseguimos la palabra justa. Son además, una forma de compartir las alegrías, así como también tristezas. Los abrazos traspasan las barreras del idioma, siempre son entendidos, porque el idioma que usa es el de las emociones y los sentimientos y esos no necesitan palabras para expresarse, se sienten y se manifiestan.

Los abrazos nos permiten establecer relaciones interpersonales satisfactorias, nos proveen de seguridad, estabilidad emocional y de una autoestima adecuada. El contacto físico nos ayuda a que el cuerpo sane.

Los padres necesitan saber que durante los tres primeros años de vida el cerebro alcanza el 90% del tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables del funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. Por eso las experiencias de vinculación repetitivas durante la infancia proveen una base sólida para futuras relaciones saludables que influirán ciertamente en la consolidación de un modelo de vinculación, que luego harán extensivo al resto de sus relaciones, con su propia familia, sus pares, su pareja, sus compañeros de trabajo.

Ningún niño es demasiado mayor para que lo abracen. Es más, tampoco ningún adulto es demasiado mayor para que lo abracen. Las personas necesitamos de ese vínculo afectivo durante toda la vida.

Me preguntaron si creía que los padres de hoy son más o menos abrazadores y creo es una pregunta muy interesante a la que en su momento no di una respuesta completa. Pienso que los padres de hoy son más abrazadores, los tiempos son otros y las relaciones entre padres e hijos son otras. Pero los padres de antes quizás con menos frecuencia, pero justo en los momentos necesarios tenían estas manifestaciones con sus hijos y estos sabían valorar estas señales de amor y apego.

Hoy en muchos casos se abraza mucho, pero no se está cuando se necesita, ni de la forma que se necesita y se piensa que abrazando damos todo lo que es importante para el crecimiento y desarrollo adecuado de los hijos. Abrazamos pero no educamos, no ejercemos autoridad, no ponemos límites o damos libertad sin límites. Abrazamos y pensamos que con ello suplimos todo lo que no estamos.

Por eso pienso que los padres de hoy deben abrazar mucho a sus hijos, pero estar y acompañar, porque cuando estén menos ocupados, quizás ya ellos estén demasiado grandes.

Hoy, en el Día Internacional de la Familia les envió un abrazo.


lunes, 15 de febrero de 2010

jueves, 11 de febrero de 2010

Éxito escolar y TDA-H . Estrategias de trabajo en la escuela. (Parte 2).

Otras estrategias que podemos utilizar en la escuela son:

Entrene en el seguimiento de instrucciones:

Las dificultades en el seguimiento de instrucciones es un sello distintivo en el TDA-H, que integra las dificultades para concentrar la atención y mantener el estado de alerta y las deficiencias en la memoria de trabajo. Los niños pueden parecer comprender e incluso escribir las instrucciones y a continuación comenzar a trabajar en una dirección diferente y ejecutar la tarea de forma equivocada. Las dificultades en el procesamiento de lenguaje, que además pueden ser frecuentes, agravan esta situación.

Un niño con TDA-H tiene dificultades para concentrarse y mantener la atención y cuando se dan instrucciones, puede que no esté concentrado en ese preciso momento. Con frecuencia sucede que escuche la primera instrucción del maestro y el resto del tiempo esta distraído por otros pensamientos. Escucha solo una parte y entonces solo puede hacer una parte de la tarea asignada. Así es probable que se vaya a casa asumiendo que lo escuchó todo y que sabe lo que tiene que hacer y entonces cuando estas instrucciones las convierta en el trabajo, este será solo una parte de lo que el maestro ha asignado. Es muy fácil para los maestros dar una baja calificación y no analizar las razones por las que ha sucedido esto, pero las bajas calificaciones sólo empeoran las cosas, ya que el niño puede llegar a creer que es un tonto. Ante estas dificultades qué podemos hacer:

• Dar instrucciones de una en una. Una instrucción larga, puede dividirse en partes.

• Compruebe que ha comprendido lo que le pide la instrucción. Dígale que se lo repita.

• Al dar instrucciones específicas a un alumno, establecer contacto visual. Es posible que deba hacer una pausa en su frase hasta lograr el contacto visual con su alumno.

• Ser breve y específico. Si es posible, proporcionar instrucciones personalmente al niño y no a toda la clase.

• Enséñelo a subrayar las palabras claves. Estas indican la acción a realizar, leer, copiar, recortar, comparar, contrastar, responder por escrito. Compruebe que comprende el significado de la palabra clave.

• Escriba las instrucciones o las palabras claves en el pizarrón. Darle un color diferente a la palabra clave y pondrá de relieve la acción importante o la asignación específica. Insistan en que los alumnos copien la instrucción palabra por palabra. Compruebe lo que ha escrito.

• Puede beneficiarse de un programa de entrenamiento en autoinstrucciones. Primero le repite al alumno periódicamente qué debe hacer, después le da posibilidades que ellos las repitan en voz alta, más tarde las repiten para sí y después se las están repitiendo en la mente. La instrucción, la acción pasa del lenguaje externo al lenguaje interno como parte del proceso de internalización.

• Puede permitirse que los alumnos graben las instrucciones para actividades específicas que sirven para ayudar a almacenar varios minutos de información para posteriormente reproducirla: suele ser útil para dictar las asignaciones de tareas y otros avisos a lo largo del día de escuela.

Enséñele estrategias para mantenerse atento en clases:

Probablemente habrá observado que un niño con TDA-H pueda estar concentrado en determinadas actividades, televisión, juegos de video, algo que le interese especialmente, sin embargo cuando se trata de trabajos escolares, se le hace difícil mantener la atención sostenida en este tipo de actividad. Esto a veces confunde, ¿por qué unas veces sí y otras no? La investigación y los trabajos referidos al papel de las funciones ejecutivas nos señalan que el principal problema se encuentra precisamente en el control atencional, en la capacidad para interferir los distractores del ambiente que afectan el desempeño en la tarea. ¿Cómo ayudar al alumno con TDA-H?

• Sienta al alumno lo más cerca posible de tu espacio de acción.

• Evita ubicarlo cerca de distractores naturales o de compañeros que puedan distraerlo.

• Rodéalo de compañeros que puedan ayudarlo.

• Utiliza reforzadores visuales, auditivos o kinestésicos, que puedas utilizar en diferentes momentos para mantener su estado de alerta.

• Permítale que entre una actividad y otra pueda ponerse de pie, cambiar la postura, si es posible dar algunos pasos por el salón de clases.

• Modifique las tareas escolares, reduzca el tiempo del trabajo escrito. Permita que aprenda haciendo, investigando, construyendo.

• Modifique la forma de evaluar en los exámenes. Brinde tiempo adicional para completar los exámenes. Divida los proyectos largos en plazos pequeños. Ajuste las fechas de entregas de trabajos con el alumno.

• Aumente la cantidad de supervisión y monitoreo para dar ayuda a estos alumnos.

Estas son algunas estrategias para el trabajo en la escuela. Los maestros deben estar informados e involucrados en el trabajo con los niños con TDA-H. En casi todos los casos es necesaria la realización de adecuaciones con más frecuencia de tipo metodológicas, aunque no quitamos la posibilidad de que en algunos casos sean además necesarias adecuaciones curriculares. Es importante no perder de vista que tener éxitos en la escuela es una de las cosas más terapéuticas que puede sucederle a un niño. Por lo tanto, haga todo lo necesario para ayudar a su alumno a tener éxitos en la escuela.

Éxito escolar y TDA-H . Estrategias de trabajo en la escuela. (Parte 1).

Para todos los que conocemos o convivimos con un niño o adolescente con TDA-H, nos debe quedar claro, que con frecuencia la escuela es muy difícil para ellos. Según Tomas E Brown, el TDA-H ya no es visto simplemente como un trastorno del comportamiento, sino como un complejo de deficiencias en el sistema ejecutor del cerebro y puede afectar significativamente la productividad del aprendizaje y el desempeño académico en diferentes edades y etapas del desarrollo en la escuela.

Las funciones ejecutivas constituyen este “director ejecutivo del cerebro” (Brown. 2005. TDA una mente desenfocada en niños y adultos.) y juegan un papel esencial en la realización de tareas que interfieren directamente en el éxito académico, debido a que controlan las funciones cognitivas del cerebro y proporcionan el mecanismo de la autorregulación.

T. Brown señala al respecto: No hay un director consciente dentro del cerebro humano, cada persona solo puede usar aquello que tiene dentro de sus propias redes neuronales y si estas redes están alteradas como sucede en las personas con TDA-H, es probable que la persona tenga un deterioro proporcional del control de varias funciones cognitivas, con independencia de cuanto deseara que no fuera así.

En el modelo siguiente se aprecian cuáles son las funciones ejecutivas que se afectan en el TDA-H y cómo afectan directamente los procesos cognitivos indispensables para el trabajo en la escuela. De ahí que podamos encontrar explicación a muchas de las situaciones que vemos en nuestros alumnos y que no necesariamente están determinadas por la falta de voluntad y deseos de trabajar en la escuela. Como se observa no se trata de una función cognitiva específica, sino de aquellas capacidades que permiten a una persona llevar a cabo con éxito una conducta con un propósito determinado.
La disfunción de los procesos ejecutivos tiene una repercusión psicológica a nivel interno, no siempre observable exteriormente. Esta disfunción causa una profunda perturbación cognitiva y conductual en los niños y adolescentes con TDA-H. Algunos componentes anómalos de las funciones ejecutivas están relacionados con dificultades de aprendizaje y bajo rendimiento escolar. Esencialmente las dificultades estarán centradas en la habilidad de organizar tareas en forma ordenada, tendencia a la distracción, dificultad en la resolución de problemas, en la planificación de actividades, en el ritmo para trabajar, en la realización de los cambios de rutinas, en recuperar información guardada, en la realización de tareas de rutinas largas y el seguimiento de instrucciones entre otras. Es por ello que el TDA-H es un trastorno sobre el “cómo hacer lo que se sabe” y no sobre el “saber hacer”.

La familia y la escuela son los ámbitos que reciben el impacto cotidiano y los comportamientos sintomáticos de esta disfunción ejecutiva. Por eso es importante que tanto la familia como la escuela comprendan, que las formas tradicionales de educar, enseñar y aprender, no siempre funcionan cuando un niño tiene TDA-H; que el TDA-H no se controla a voluntad, ni porque le repitamos muchas veces que debe hacerlo. La naturaleza de los síntomas hará que aún controlando el ambiente, persistan en cierta medida sus manifestaciones.

Entonces, ¿qué podemos hacer en la escuela? Entre otras cosas, ya que no pretendemos agotar todo lo que sería conveniente y necesario realizar en la escuela:

Enseñe estrategias de organización:

El desenfoque trae consigo desorden, no saber priorizar, planear acciones.las personas con TDA-H dejan de lado continuamente las actividades importantes hasta que se convierten en auténticas urgencias. Tienen más dificultades que las demás para ordenar y asignar prioridades ante varias tareas y la mayor parte de las rutinas que diariamente deben hacer necesitan organización, establecimiento de prioridades, una secuencia de trabajo, urgencias y disponibilidad de recursos. En el proceso de aprendizaje y en el quehacer cotidiano en la escuela todo esto es necesario para lograr éxitos.

• Déjele clara la secuencia de acciones a realizar durante una rutina o actividad, dándole indicaciones verbales específicas: primero, la siguiente, entonces, antes, después. Utilice preguntas: ¿qué viene a continuación? ¿Te acuerdas de lo que hiciste primero?...

• Refuerce el trabajo con los conceptos de tiempo: hora, mes, días, minutos, antes y después, ayer, hoy y mañana. Utilice una serie de instrucciones mediante estas señales verbales y trate de hacerlo divertido. Organice conversaciones donde tengan que planear actividades en el tiempo, el fin de semana, en la tarde, en las vacaciones, en el cumpleaños, etc.

• Enseñe a utilizar el calendario o la agenda de la semana. Limítese a la semana, la vista de una semana es más fácil de comprender y puede utilizarse para enseñar el concepto de gestión del tiempo. Haga que vaya marcando las actividades a medida que las va realizando, A medida que el niño crece, el calendario le ayudará a desarrollar otras habilidades, como la rendición de cuentas. Él podrá ver cuándo va o no a estar disponibles para ayudar con un proyecto y puede planificar en consecuencia y asumir la responsabilidad para sí mismo.

• Haga que aprenda a utilizar el reloj, preferentemente digital, para que pueda hacer uso de él conjuntamente con la agenda en su organización.

• En los más pequeños una estrategia que puede sustituir la agenda o calendario puede ser la de los sobres de avisos y libreta de tareas. El primero puede ser un sobre de plástico que se adhiere a la mochila y ahí van todos los avisos que se envían de la escuela a la casa y viceversa. El segundo un cuaderno donde se anota la tarea diaria que deberán hacer en casa. Es importante que estemos pendientes que lleve copiada la tarea y todo lo que necesita para trabajar en casa, No basta recordárselo, en los primeros momentos será necesario cerciorarse que todo está en la mochila. También en algunos casos puede ser viable que se tenga en casa un juego de libros para en casos de emergencias.

• Establecer una estrategia de mochila igual a la que se orienta a los padres. Hacer un recordatorio de todo lo que necesita para llevar a casa, puede tener de antemano una tarjeta con los pasos de la rutina, que cada día le daremos al terminar para que sepa qué no debe faltarle. Si las tareas para casa están escritas en un lado del pizarrón esto puede funcionar como la tarjeta.



(Ver siguiente artículo Parte 2)

lunes, 8 de febrero de 2010

Papel de los padres y los maestros en la educación de los niños.

A propósito de venir hablando en entradas anteriores de cómo trabajar en el entorno familiar quisiera compartir con ustedes estos dos videos que me parecen muy interesantes acerca del papel de los padres y los maestros  en la educación de los niños y las relaciones padres-hijos. Espero sepan apreciar estas sabias palabras.






Para reflexionar....No que no...

La realización de las Tareas Escolares en casa.

El momento más difícil según plantean algunos padres de niños con TDA-H es la realización de la tarea para la casa. Muchos padres nos plantean con frecuencia que este momento rebasa sus posibilidades de comprensión y entendimiento de la problemática de su hijo. Algunos sienten que este tipo de actividad, por toda la situación que despliega, afecta las relaciones con sus hijos e instala barreras de tipo emocional que afectan la comunicación que se espera entre ellos y de alguna manera desarrolla sentimientos de frustración de ambas partes que generalmente terminan en conflictos.

Comprenda que este es un momento muy importante para su hijo, pues se refiere al cumplimiento de sus responsabilidades con la escuela y es al mismo tiempo una de las responsabilidades de ustedes en la ayuda a su hijo.

A continuación recomiendo algunas estrategias que pueden ayudar a que este momento, que puede ser importante por el tipo de actividad constructiva que se realiza y su contribución al fortalecimiento de los lazos afectivos y el desarrollo de habilidades sociales, por el hecho de trabajar en equipo y brindar las ayudas necesarias, llegue a constituirse en un momento especial donde el niño ratifique, que cuenta con sus padres en su camino hacia la disminución del impacto de los síntomas del TDA-H, en su vida.

 Trate de no demostrarle que este puede ser un momento especialmente difícil para usted.

 Procure darle un lugar para trabajar o estudiar sin interferencias: No tele, no teléfono, no música.

 Establezca un horario fijo para hacer tareas. Permita que solo se cambie por causas mayores.

 Ayúdelo a organizar el espacio de trabajo: en él solo lo que necesite. Procure que tenga todo lo necesario para trabajar y evitar las interferencias.

 Compruebe que trae la tarea copiada, si es posible, desde que sale de la escuela. De lo contrario instrúyalo para que le hable a algún compañero que pueda ayudarlo.

 Compruebe que trae de la escuela todo lo que necesita para hacer sus tareas.

 Ayúdelo a comprender las instrucciones. Cerciórese que las ha comprendido.

 Enséñelo a planificar el tiempo para cada tipo de actividad. Utilice relojes, alarmas y vaya poco a poco ajustándolo al tiempo que realmente él necesita. Entienda que en los primeros momentos puede ser un poco difícil y demorado. Tenga paciencia.

 Recuérdele que necesita verificar su trabajo cuando termine y antes de entregarlo para evitar mala calidad, permítale que corrija sus errores, ayúdelo a que se dé cuenta de ellos.

 Planee con él pequeños recesos durante la actividad de estudio.

 Cuando compruebe que realmente no sabe hacer algo y no pueda ayudarlo, escriba una nota en el mismo cuaderno para su maestra, ella sabrá cómo proceder al respecto.

 Comparta la realización de las tareas con otro miembro de la familia para que esa actividad no sea el eje de la relación con su hijo.

 Asegúrese de haber descansado un poco antes de pedirle que haga la tarea para que se encuentre más relajado/a y si necesita su ayuda esté de buen humor. Recuerde que lo más importante es cultivar los lazos de confianza, cariño y entendimiento entre ustedes.

 Haga la tarea en pequeñas sesiones, tenga en mente sus cortos períodos de atención e intercale tareas que requiere atención sostenida con actividades de movimiento o intercale pequeños recesos.

 No estigmatice el error. Valore los errores como oportunidades para lograr un verdadero aprendizaje. No centre su atención en la crítica sino en las posibilidades de autocorrección.

 Ayude al niño a hacer las cosas paso a paso. Para un niño con TDAH es muy difícil recordar varias indicaciones juntas o realizar grandes tareas. Por ello, pídale que haga las cosas paso a paso dándole las indicaciones de una en una, a medida que vaya finalizando.

 Asegúrese de que sus instrucciones son comprendidas. Haga que su hijo le preste atención y háblele mirándole a los ojos. Dígale con voz clara y calmada que es lo que usted desea, en oraciones simples y cortas. Luego pídale que le repita en voz alta lo que tiene que hacer; sólo así se asegurará de que le ha escuchado mientras hablaba y que le ha entendido bien.

 Nunca trabaje por su hijo, no haga usted la tarea. Recuerde que esta es su responsabilidad, como para ustedes los padres, puede ser su trabajo o la atención de la familia.







Estrategias para organizar el ambiente en casa.

Con frecuencia, cuando un niño es diagnosticado con el TDA/H, la primera reacción de unos padres preocupados es, “¿Qué puedo hacer al respecto?”. A pesar de que la vida con su hijo en ocasiones puede parecer retadora, es importante recordar que los niños con el TDA/H pueden tener éxito y lo tienen. Como padre o madre, usted puede ayudar a crear ambientes en el hogar y en la escuela que mejoren las oportunidades de éxito para su hijo. Mientras más pronto atienda sus problemas, más probabilidad tendrá de prevenir los fracasos escolares y sociales y los problemas asociados tales como el fracaso escolar y la auto-estima empobrecida. La intervención temprana es la clave para obtener resultados positivos para su niño.

A partir de este momento estaremos abordando algunas de las estrategias que recomendamos a los padres de los niños que atendemos. Les plantearé primeramente aquellas que tienen que ver con la organización del ambiente en casa.

 Mantenga su hogar organizado. Mientras más tenga su hogar programado y organizado, será mejor para su hijo con TDA/TDAH. La rutina puede ayudar a su hijo a aprehender el sentido de orden en su vida. Sea consistente con su rutina.

 Simplifique su vida. Por favor, no trate de hacer todo, estar en todo, liderear todos los grupos. Reduzca el número de sus actividades. Su hijo necesita de su tiempo y atención más que otras personas. Pase más tiempo en casa con sus hijos y su familia.

 Sea justo, firme y consistente con su disciplina. Asegúrese que su hijo sepa las reglas con anticipación. Revise éstas cuantas veces sea necesario. Siempre sea justo con su hijo. Sea firme, no recompense comportamientos inadecuados, ignorándolos. Sea sabio al momento de disciplinar o castigar.

 Instruya durante las incompetencias y castigue la rebeldía. Los niños pueden saber la diferencia entre incompetencia y rebeldía. Cuando su hijo actúe incompetentemente, enséñele como hacer las cosas bien y permita que las practique. La rebelión o el comportamiento retador, sin embargo, necesitan ser disciplinados. Sí, su hijo necesita saber quien está a cargo y esta persona tiene que ser usted, no él.

 Evite que su hijo o usted lleguen a la fatiga. Todos nosotros nos volvemos irritables cuando nos cansamos. No planee demasiadas actividades en su día, para que éstas no los agoten a usted o a su hijo. Si esto sucede entonces será difícil sobrellevarlas, tanto para usted como para él. Recorte sus actividades, haga menos, no más, ahorre energía, vaya despacio.

 Implique al niño en el establecimiento de reglas, regulaciones, limitaciones, esquemas, esparcimientos y otras actividades personales y familiares.

 Vea menos TV, no más. Cuando estamos cansados, la tendencia es encender la televisión y sentarse a "vegetar" enfrente de esta. Ver la TV simplemente roba nuestro precioso tiempo de atención que podríamos estar dedicando a nuestra familia. Lea libros, hable con su pareja, juegue juegos de mesa, camine... pero no vea tanta TV.

 Dele responsabilidades familiares razonables y tareas en consonancia con sus aptitudes. Enséñele a realzarlas y luego alabe su cumplimiento.

 Dígale al niño cuándo se porta mal y explíquele lo que usted siente acerca de su conducta; después propóngale que ponga en práctica otras formas de conducta más aceptables y estimúlele para que las lleve a cabo en el futuro.

 Insista en que el niño coopere socialmente jugando, ayudando y colaborando con otros en la familia y en la comunidad. Proporciónele oportunidades adecuadas para la participación social y elogie la conducta cooperativa.

 Sea consistente. Como padres es preciso ser tan constructivamente estables en la propia conducta como sea posible bajo diversas circunstancias. Recordar que cada vez que usted cambia su reacción conductual ante el niño le confunde acerca de lo que usted espera o cómo desea que actúe.

 Trabajen padre y madre en equipo. Asegúrense de que ambos se impliquen en las actividades con el hijo. Es necesario que diseñen juntos el programa y tengan un contacto directo con el niño durante su instrucción.

 No analicen las contradicciones con respecto a la educación de su hijo en su presencia.

 Procure darle un lugar para trabajar o estudiar sin interferencias.

 Establezca un horario fijo para hacer tareas, las comidas y el sueño.

 Con regularidad ayúdelo a checar su escritorio o lugar de estudio, sus cuadernos, sus útiles en general. Enséñele como organizarlos. Estimúlelo cuando considere que ha hecho esfuerzos en este sentido.

 Ayúdelo con claves para organizar sus pertenencias: colores, símbolos. Entrénelo en que debe haber un lugar para cada cosa y cada cosa debe estar en su lugar.

 Póngale todos los recordatorios que necesite en diferentes lugares de la casa.

 Simplifique las reglas de la casa. Explíquele lo que significa cada una y anótelas en una lista. Anote también lo que ocurrirá cuando las reglas se cumplan y cuando se rompan. Estos límites deberán ser comprensibles y sobre todo, inflexibles.



viernes, 5 de febrero de 2010

Por qué no puedo “portarme bien”.

¿Qué es portarse bien? Realmente creo que merece la pena que nos lo preguntemos, porque es muy frecuente que a nuestra consulta de Psicología lleguen padres que preguntan ¿pero por qué mi hijo no puede portarse bien?, ¿llegará a portarse bien algún día? Pero lo más interesante es que también muchos niños expresan que no pueden portarse bien o nos hacen la pregunta ¿por qué no puedo portarme bien?

Hoy en día las dificultades que muchos niños enfrentan en la proyección de su conducta, resulta una preocupación importante de muchas familias y de la comunidad educativa en general. Para los adultos significativos el comportamiento bueno o malo de los niños, va a estar determinado por el tipo de conductas que los niños presentan que pueden ser esperadas o no esperadas por ellos. Permítanme subrayar lo relativo a las conductas esperadas o no por el adulto, ya que el comportamiento de un sujeto puede ser leído desde diferentes ópticas y por ello portarse bien o mal puede ser un término con una gran carga de subjetividad. Entonces un niño se porta bien o mal en dependencia a cómo se evalúe, cual es el valor de referencia y las circunstancias en la que se da la conducta.

Los problemas de conducta son la proyección de un comportamiento perturbador. El comportamiento perturbador no tiene significación por sí solo, sino que se trata de un síntoma externalizado que esconde un conjunto de signos que no tienen por qué ser patológicos y que determinan dichas conductas. De ahí que su origen puede ser diferente para cada individuo a pesar de que el comportamiento sea en muchas ocasiones el mismo.

La mayor parte del comportamiento de cualquier sujeto, considérese o no un problema de conducta, es aprendido, mantenido y regulado por los efectos del medio. De esta manera podemos entonces entender cómo se adquieren muchas de las conductas inadecuadas. Entonces aparece un hálito de esperanzas para padres y maestros de niños con dificultades de conducta: la conducta inapropiada que ha sido aprendida, puede ser desaprendida o modificada. Y suponiendo que el problema esté causado por un déficit o trastorno, la conducta puede ser adquirida por entrenamiento.

Es importante tomar en cuenta que en el caso de niños con TDA-H, Trastorno Oposicionista y otros trastornos con un origen orgánico en ocasiones no va a ser suficiente el trabajo de modificación de conductas o de aprendizaje de otras nuevas, sino que deberán emplearse estrategias que al reconocer la cronicidad del sustrato conductual, empleen además, estrategias encaminadas a reducir la ocurrencia de esas conductas y centrarse en el trabajo de prevención de estos comportamientos , reduciendo o cambiando las condiciones que dan lugar a estas conductas y disminuyendo la duración e intensidad de las mismas. Unido a ello será importante propiciar las condiciones para que aumenten las probabilidades de tener conductas apropiadas.

Por ello la insistencia de que en el trabajo con los niños con TDA-H, el ambiente no es un invitado ocasional, sino que va a constituirse en el elemento esencial del proceso de intervención.

Un enfoque que refuerza esta idea lo encontramos en los trabajos que realiza el Grupo Albort y su equipo de colaboradores cuando analizan, que si bien el déficit de atención o el déficit de atención con hiperactividad son condiciones neurobiológicas, devienen trastorno, cuando los síntomas no encuentran una respuesta adecuada en el entorno social e impactan las relaciones del sujeto con su familia, la escuela, el grupo de pares o su estabilidad personal. La calidad de vida de las personas con TDA-H depende de las habilidades de los adultos significativos con los cuales interactúa el niño, para ofrecerles un entorno suficientemente estructurado que permita la máxima autonomía, y a la vez minimice aquellas condiciones que los induzcan a realizar conductas inapropiadas y los predispongan a la falta de autorregulación.

La premisa fundamental para lograr conductas apropiadas en los niños tengan o no TDA-H, es ofrecer un entorno seguro. ¿Qué implica un entorno seguro? Un lugar donde haya un orden, rutinas y reglas porque ellas proveen una estructura, un marco de acción, un encuadre que permite perfilar lo negociable y lo no negociable, lo que puedo y no puedo hacer, el momento metafóricamente hablando, de activar los frenos. ¿Qué aprende un niño al ponerle límites adecuadamente? El niño aprende valores, aprende a comportarse de forma segura. Los límites les permiten aprender a organizarse, a tener buenos hábitos que los ayuden a vivir mejor. Aprende a confiar en el adulto, pues este lo respeta, lo cuida y le atiende.

No menos importante para lograr un entorno seguro, es la consistencia. Ser consistente es por un lado lograr unidad de objetivos acerca de cómo proceder en cuanto a la conducta por parte de los adultos significativos, o sea qué comportamientos se esperan y cuándo y por el otro, la firmeza para eliminar interferencias y situaciones que impidan que lo que esperamos del niño se dé en cualquier momento, lugar y condición. Las discrepancias entre los padres o entre los maestros, desestabilizan, confunden al niño, ¿por qué hoy no puedo hacer tal cosa y ayer sí?, le digo a mi mamá ya que mi papá dijo que no, a ver si lo logro, pruebo fuerzas, total a veces se cansan…

El establecimiento de consecuencias a las conductas también constituye una garantía para un entorno seguro. Al estructurar límites es importante pensar en las consecuencias de su cumplimiento o incumplimiento. Las consecuencias son una forma efectiva de enseñar a los niños a que tomen la responsabilidad por sus decisiones, acciones y compromisos porque es necesario asegurarse que el niño sabe lo que ha hecho mal y lo que no debe volver a hacer y ayudarle a encontrar formas de evitar esas conductas inaceptables.

Por último en este sistema los padres deben estar con los hijos sin condición. Comportarse de forma coherente a lo exigido, pues con el ejemplo también se enseña, por lo que han de ser consecuentes con el modo habitual de hacer en casa. Además ser firmes y coherentes, pues si se cede, después costará mucho más retomar nuevamente el respeto de esas normas. Es necesario que adopten una mentalidad flexible que permita ir adaptando esas normas a la situación, al momento y edad concreta del niño. Pero sobre todo deben garantizar que exista un buen clima familiar, de afecto y cariño para que los niños sientan la seguridad que necesitan para trabajar para el mejoramiento de su conducta.





Retomando el camino iniciado.

Queridos amigos, retomo el camino iniciado hace casi un año: escribir acerca del TDA-H y de temas relacionados con el trabajo con los niños. Les aseguro,  que pese a no haber escrito,  no he dejado ni un momento de trabajar con los niños y aprender de ellos.

Siempre supe que podía suceder que un día me rebasara el trabajo y al tener que posponer algo, sería el escribir y el comunicarme con ustedes lo que sería afectado. Sin embargo en todo este tiempo no he dejado de abrir el blog cada semana y sorprenderme con el hecho de que sin haber un tema nuevo siempre habían nuevos visitantes, nuevos seguidores y alguien que además se interesaba en escribir unas palabras de estímulo y aliento a esta pequeña labor de comunicación.

Agradezco a todos por su interés, por permitirme en muchos casos entrar en sus espacios, por compartirme sus experiencias y sobre todo por darme la oportunidad de que a través de la red,  podamos trabajar juntos por la mejora de la calidad de vida de los niños.

Renovamos el contacto, el espacio está abierto nuevamente, te espero.